Uno de los barrios más carismáticos y con más encanto de Barcelona es el famoso barrio de Gracia. Fue un pequeño pueblo vecino a la ciudad, que se anexionó al núcleo urbano a mediados del siglo XIX. Sigue conservando el encanto del antiguo pueblecito que fue en sus calles.
Un barrio de lo más bohemio, cosmopolita y bullicioso. En Gracia se mezclan públicos muy diferentes. Podemos encontrar estudiantes de intercambio, vecinos de toda la vida, artistas bohemios que buscan inspiración, actores catalanes, hípsters, jóvenes… Sin dudad un barrio muy peculiar con una plaza en cada esquina llenas de historia. En un barrio tan bullicioso no pueden faltar los bares y los restaurantes, ¡y en Gracia hay miles de sitios por descubrir! Hay de todo tipo de cocina y de diferentes niveles. En Macarfi os ayudamos a hacer una selección de los mejores restaurantes en Gracia:
Hofmann
Este es el rinconcito del estrellado restaurante de la inolvidable Mey Hofman. Situado en la zona alta, ofrece una relación calidad- precio muy correcta. Menú de tres platos y postre. Cocina cuidada y hecha con mimo. Carta equilibrada, no excesiva. Los postres son “supremos”. Bodega extensa a precios muy asumibles. Servicio esmerado. Vistas a la cocina-taller de la escuela, que compensan la falta de vistas al exterior.
La panxa del bisbe
Local amplio y moderno cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de “tapear de manera original” gracias a las creativas tapas de su chef. Destaca su menú degustación de cinco platos y dos postres, a la altura de cualquier restaurante de autor. Las tapas están muy bien elaboradas y son muy originales, en especial las croquetas, los canelones de marisco y la ensalada con helado de queso. Precios adecuados a la calidad. Imprescindible reservar. “Parada obligatoria” para los amantes del tapeo.
L'Eggs
De nuevo con Paco Pérez y sus fórmulas: L’Eggs = huevos + huevos. De veinte maneras diferentes, algunas sublimes. Pero no todo son huevos: también hay carnes excelentes y otras alternativas. Local con aire rústico y decorado con elementos típicos de un corral. Ambiente bullicioso. Un privado abajo y una terraza exterior bien resuelta. Atractivo, con una larga barra de espera que invita a tomar una copa. Es un producto de éxito por la comida, los precios y el buen rollo. Para repetir.
Les Tres a la Cuina
“Platos frescos, coloridos, sabrosos y saludables” y, encima, a buen precio. ¿Qué más se puede pedir? Menú diario en el que la relación calidad-precio es estupenda con posibilidad de take away o eat in. Brunch muy completo los sábados por la mañana con bastante público internacional. Tiene una mesa central y varias mesitas con taburetes. “No destaca por su comodidad”, pero la comida y el servicio lo compensan.
Capet
Pequeño local en el barrio de Gràcia, con luz natural y decoración minimalista. Mesas bistrot pero no apelotonadas. Buena barra para comer solo o en pareja. Cocina de fusión basada en el buen recorrido previo del chef. Platos de elaboración, sabrosos, que llegan a sorprender. Ojo: solo vinos ecológicos, a un precio muy asequible. Buena selección de postres para terminar.
Bilbao
Vasco en el barrio de Gràcia: un clásico para el público local recurrente. Se cuela algún turista y alguna parejita. Servicio atento. Hay barra, dos salas y un altillo. Fotografías históricas en las paredes. Es uno de aquellos locales con carácter, que mantienen el charme. Carnes y pescados de excelente calidad, muy bien cocinados. Platos de cuchara y clásicos catalanes. El menú tiene éxito. La carta “pica un poco”. Vale la visita. Colas en la barra. Reservar.
Kuai Momos
Informal y sencillo, ubicado en el barrio de Gràcia. Comida asiática de delicados sabores,fruto de la tradición y de la profesionalidad del chef. Sin sushi en la carta, elabora opciones más auténticas y atípicas en forma de pequeñas tapas y platillos. Imposible fallar en la elección. Sin decoración, en plan sobrio, destacan las múltiples fotografías de viajes que “te transportan a culturas lejanas”. Es pequeño y bullicioso. Mejor reservar.
Somodó
“Grata sorpresa” en el barrio de Gràcia. Cocina que fusiona la tradición mediterránea y la japonesa con toques de autor. El chef japonés sorprende con su menú degustación de platos muy elaborados y creativos, preparados con materia prima de excelente calidad y sabores “sorprendentes”. No hay carta, el menú está establecido, pero ¡no worries!, ninguno de los platos defrauda. Chef cercano, él mismo presenta los platos a los clientes. ¡Vale la pena probarlo! Recomendable reservar.