¿Eres un apasionado de la trufa? Un ingrediente que se caracteriza por su agradable aroma y sabor. Algunas trufas son auténticas joyas dentro de la gastronomía. La trufa blanca de Italia puede alcanzar un precio de hasta 6.000 euros por kilogramo, lo que la convierte en un manjar muy exclusivo y poco accesible para algunos.
Además de buena, la trufa es muy saludable ya que contiene muchas vitaminas y minerales. Además, es un alimento muy ligero, con un contenido moderado de hidratos de carbono y grasas, pero generoso de agua.
Si te encanta la trufa y tienes ganas de degustarla, desde Macarfi, te recomendamos los mejores restaurantes de Barcelona para hacerlo, con platos increíbles con este delicioso alimento.
Fermí Puig
Tras su paso por el estrellado Drolma, Fermí Puig ha apostado por mantener la cocina de alta calidad a precios asequibles. Ofrece un excelente menú de dos platos y postre (se puede elegir entre una quincena de opciones) por un precio correcto. La carta es reducida, con algún plato legendario del chef, como el cabrito a baja temperatura. Los platos varían según la temporada. Destacan los de caza y los de trufa blanca. Servicio muy eficiente, dirigido por el experimentado Alfred. No hay término medio en cuanto al local: gusta o no gusta. Privado ambientado en el Barça.
Ca l'Isidre
Un clásico de toda la vida. La familia Gironès, baluarte de la casa, ha situado este local entre las perlas de la ciudad. La fórmula: cariño, amor y la mejor materia prima del mercado de la Boqueria. Frecuentado por locales acomodados, celebrities y extranjeros atraídos por su fama. El local es clásico y agradable. El servicio es “de los de antes”. El precio, lógicamente, no es bajo. Hay que tenerlo en la agenda. Cocina catalana de alta calidad y con platos de cuchara. Tienen muchísimos platos de la carta con trufa como los canelones trufados al graten. Además, una parte de la carta está destinada a platos con trufa blanca de temporada como el Rissotto de calabaza al parmesano con trufa blanca y los Raviolini "Plin", hongos y trufa blanca.
Petit Comitè
Homenaje a la cocina catalana de la mano del galardonado chef Nandu Jubany, en la zona de Passeig de Gràcia y Rambla de Catalunya. Espacio cálido de líneas contemporáneas y distribuido en diferentes ambientes. Cocina catalana de productos de temporada y proximidad. Platos de temporada con trufa. Recetas de toda la vida a fuego lento, “chup-chup”, con una presentación impecable. Fuera de carta, siempre hay alguna sugerencia que merece la pena tener en cuenta. Destaca el arroz del senyoret. Frecuentado por gente de la ciudad. Personal atento. Imprescindible reservar. Una apuesta segura.
La Taverna del Clínic
De taberna a “tabernaza". Ha renovado imagen y ha agrandado el local. Varios ambientes: barra para diez comensales y mesas contiguas, sala adyacente con mesas y dos privados que dan a la cocina vista. Tapas y platillos de autor, elaborados de forma original y sorprendente. Patatas bravas, rabo, trufa. Gran calidad de la materia prima. Precios diversos: se puede salir “correctito” o “escaldado”. Excelente carta de vinos, con pocos a precio asequible. Suele haber algún famosillo y mucho negocio sin corbata. De visita obligada.
Can Pineda
De bar a tasca de altísima calidad. Los precios también han evolucionado, pero el menú de noche sigue siendo asequible. Algo alejado del centro, en el barrio del Clot, ofrece una cocina bien trabajada, con una materia prima excelente. Templo culinario con platos como el salteado de setas con foie, los huevos con trufa, el rabo de toro en diferentes versiones y algún arroz de cuchara. Todo muy apetitoso y regado con una buena bodega. Por fuera es una tasca, pero dentro esconde sorpresas gastronómicas “de las buenas”.