Un embajador de Macarfi es alguien independiente y objetivo.
Valora cada restaurante por lo que ofrece —la comida, el ambiente, el servicio— sin dejarse llevar por preferencias personales. Su mirada imparcial es parte de lo que hace especial a la Guía.
Es alguien que respeta profundamente a los restauradores.
Sabe que detrás de cada plato hay mucho trabajo, creatividad y esfuerzo, y comparte sus opiniones con criterio, cercanía y empatía.
También es una persona discreta.
No se identifica cuando va a un restaurante y siempre paga su cuenta. Esa naturalidad permite que las valoraciones sean honestas y auténticas.
Un embajador representa los valores de Macarfi.
Cuida cómo se expresa, y comunica con claridad, respeto y coherencia.
Es curioso por naturaleza.
Le encanta descubrir lugares nuevos, probar sabores distintos y disfrutar del proceso. Su entusiasmo es lo que alimenta la riqueza gastronómica de Macarfi.
No cobra por sus reseñas.
Sus opiniones son completamente independientes y desinteresadas. Aun así, Macarfi agradece su dedicación con detalles y regalos, porque su labor es esencial para la comunidad.
Y, sobre todo, forma parte de una comunidad.
Participa, comparte y contribuye al crecimiento de la escena gastronómica junto a otros embajadores. Cada reseña suma para celebrar y elevar la gastronomía que une a todos.