Es difícil encontrar un restaurante que tenga una buena relación calidad-precio. Algunos son muy caros y buenísimos y otros baratos, pero no muy buenos. Desde Macarfi os dejamos con una lista de los mejores restaurantes de Barcelona con la mejor relación calidad-precio:
La Pubilla
Local centenario, pequeño, ecléctico y luminoso. “Atesora” una relación calidad-precio difícil de igualar en el barrio de Gràcia. Ofrecen platos modernos con una base tradicional utilizando materia prima de alta calidad y tratándola con sumo cuidado. El producto es de temporada, lo que da mucha “rotación” a la carta. “Fantástico menú de mediodía a buen precio” que se diferencia de la competencia por sus platos de casquería y legumbres. Desayunos de cuchara y cocina clásica de “chup-chup”. Clientela fiel. Servicio joven, con energía y feeling. No decepciona.
El Ninot Cuina
Este restaurante del grupo En Compañía de Lobos ocupa una posición destacada en un mercado tradicional y renovado del distrito del Eixample. Grande y acogedor, cuenta con una fantástica barra de 360 grados, varias mesas para dos, una grande central para diez a compartir y alguna redonda para seis. Cocina semivista y otra barra, también con cocina. Carta apetecible de platos y platillos de pescado y carne, entre los que destacan los buns y la ensaladilla de merluza. Lo mejor de todo, los tres arroces para dos. El de calamarcitos, gambas y almejas, fino y socarrat, de nota. Menú equilibrado a buen precio. Buena carta de postres. Casi todo a precios muy razonables. Servicio voluntarioso. Para volver al día siguiente. Una joya por descubrir en la city.
Hofmann Bistrot
En esta reconversión de la antigua Granja Lido, el territorio Hofmann sigue ampliándose. Platos exitosos de toda la vida con toque creativo. Las croquetas de rostit y el canelón de pato, un must. Bodega equilibrada, interesante y con precios para todos los bolsillos. Terraza exterior solicitada. Servicio agradable y comprometido. Locales y visitantes de otros barrios.
Meneghina
En la calle Tiradors, en la zona menos turística del Born, Ariana, catalana de madre italiana, regenta un pequeño y acogedor local, con una carta de cocina italiana imaginativa. Propietarios jóvenes con muchas ganas de hacerlo bien y contentar al cliente. Local acogedor y familiar con terraza exterior y tranquila, no es aconsejable para grupos por su tamaño. Trato cordial y buena pasta italiana. Postres elaborados y originales, opción de diversos vinos italianos. Cocina vista para lo bueno y para lo malo.
Vivanda
Un privilegio a precios muy razonables en el barrio de Sarrià. Local moderno y acogedor, con su maravilloso jardín terraza, que alcanza su punto álgido con la llegada del buen tiempo. Cocina auténtica, de mercado y de temporada. Platos sencillos y de cuchara, bien elaborados. Las croquetas y tortillas rayan la perfección. Servicio muy profesional. Visitado por los locales de la zona. Es obligado reservar con cierta antelación.
Bar Angel
Es un pequeño local con capacidad en la barra para diez comensales y una sala para doce. Escondido en Ciutat Vella, este local tiene más de un siglo, pero Santi, su actual propietario, lo revolucionó hace tres años y él mismo se encarga de que la experiencia sea original y divertida. Platos curiosos y materia prima excelente. No te pierdas su cecina de León, rosco de morcilla patatera, Jabugo, cerdo o trufas. El 90 % de los platos de la carta por debajo de 9 €. Seis vinos para acompañar y… ¡a pasarlo bien! Reserva imprescindible. El ambiente está en la barra.
Bardeni
El meatbar de la ciudad. Pequeño gastrobar del chef Dani Lechuga (del vecino restaurante Caldeni). Local vanguardista y de diseño. Ambiente informal, con no más de veinte comensales en barra o en mesitas altas. Abogan por la carta corta y variarla a menudo. Precios razonables. Trabajan la carne como verdaderos maestros. Se dice que tienen los mejores steak tartare de Barcelona. No aceptan reservas.
Bobo Pulpín
Restaurante agradable ubicado en una plazoleta detrás de la Catedral. Dividido en dos zonas: comedor con barra y mucha luz, recomendable, y comedor grande al fondo, que da a la típica calle del barrio Gótico. El protagonista de la carta (y de la decoración) es el pulpo, cocinado de cinco formas diferentes, correspondientes a cinco zonas geográficas del mundo. Además, muchos platos para compartir, con excelentes croquetas de jamón y empanadas de atún. Buena cocina y precios asequibles, pero raciones algo justas. Se nota la mano del Grupo Iglesias, tanto en lo culinario como en el servicio. Personal profesional y atento. Un balcón a un emblemático barrio de la ciudad.
Elsa & Fred
Pequeño restaurante situado en el barrio del Born. Decoración acogedora, al estilo vintage, con chimenea, butacas de cuero y mesas de madera. Resulta ideal para cualquier momento del día. Tapas para compartir, platillos y sándwiches con buen producto, siempre con algún toque de originalidad y totalmente casero. Tiene una pequeña terraza. Sirven brunch los fines de semana. El equipo que atiende es encantador. Ambiente joven e informal. Suele estar lleno.
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