8.1
Comida7.0
Decoración7.2
Servicio45€
Precio (sin bebida)
En una antigua bodega, entre calados y lagares medievales, este restaurante ha creado un espacio cálido y con encanto. El lugar rezuma antigüedad y es un enclave único entre el Camino de Santiago y el Camino Ignaciano. Wilmar, el gerente, chef y hombre orquesta, dota a la comida propia de la zona del exotismo latinoamericano que aporta un sabor juguetón a sus preparados, entre los que destacan las croquetas de diversos sabores y texturas, la tomata asada y el solomillo. La carta de vinos se inspira en los caminos de peregrinación. Servicio de nivel que sabe recomendar. No falla.
Cocina
De mercado
Buenos por
Carta de vinos / Brasas / Buena relación calidad-precio / Con encanto / Croquetas / Joya por descubrir / Idóneo para conversar / Romántico
Información
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