'Barcelonesa empedernida, madre de tres hijos, abuela de seis nietos. Economista de la salud. Apasionada del deporte y, en especial, de nadar en aguas abiertas'. Así se presenta MªPaz Corominas que, además de todo esto, forma parte del equipo de 600 gastrónomos de MACARFI.
¿El mejor plato de tu infancia?
Sin duda, los espaguetis con salsa de tomate y queso rallado.
¿Cómo empezó tu interés por la gastronomía?
Reconozco que en casa de mis padres la comida ha sido un tema muy importante. Los platos siempre han sido sencillos, buenos y variados. Y heredé, especialmente de mi madre, la afición de comer sano y bien. Pero el verdadero interés ha crecido a lo largo de estos últimos 15 años con la explosión de buenos restaurantes, algún que otro viaje gastronómico, y el placer de degustar los productos de nuestra tierra, como las setas. Ahora en casa tenemos dos huertos urbanos: lechugas, rúcula, espinacas, tomates cherry, pimientos, cebollitas ¡Todo delicioso!
¿Qué cualidades debe tener un restaurante para conseguir tu máxima puntuación?
Lo más importante es un excelente servicio. Que en todo momento tengas una persona pendiente de la mesa. El local y la decoración está en un segundo lugar.
¿Y un gastrónomo? Qué cualidades se necesitan para llegar a serlo?
Curiosidad ante todo. E Ilusión. Memoria, buen olfato y gusto. Necesidad de compartir experiencias. Sentido de la estética y de la belleza.
El fenómeno foodie ¿Una moda pasajera o un cambio de hábitos en la sociedad?
Creo que no va a ser una moda ligera ya que este fenómeno está ya arraigado. Incluso en momentos difíciles, la gastronomía ha ido creciendo. Nuevos locales más reducidos pero muy selectos y cuidados, ofertas vinícolas de precios muy asequibles...
¿Cómo ves la oferta gastronómica de Barcelona actualmente? Qué te sobra y qué te falta?
Creo que hay pocas ciudades en el planeta con tanta oferta gastronómica como en Barcelona. No sobra nada. Incluso los locales de tapas de Paseo de Gracia hacen las delicias de los turistas. Un recorrido por la ciudad permite descubrir constantemente nuevas propuestas que representan cocinas de todo el mundo. No cabe duda: para los amantes de la gastronomía, Barcelona es un auténtico paraíso.
¿El cliente siempre tiene la razón?
No todo el mundo percibe las cosas de la misma manera. A veces las expectativas fallan...y el cliente se siente frustrado.